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Tu imagen es un portal.
Bienvenida al lugar donde ser mujer es seguro, sagrado y expansivo.

Empezar mi transformación

Acerca de

La bruja fashionista nació el día que me harté de la imagen vacía.
Después de años en el mundo de la asesoría tradicional, entendí que vestir bien no alcanza cuando por dentro una se siente desconectada, juzgada o incómoda en su propia piel.
Y no, no era que mis clientas no sabían combinar colores. Era que cargaban con creencias, traumas, mandatos… Y nadie hablaba de eso.

La imagen no es superficial. Superficial es creer que lo es.
Vestirse es ritual. Es identidad. Es memoria corporal y energética.
Por eso, acá no vas a encontrar reglas frías ni fórmulas de revista (o si, pero con más ingredientes).
Acá vas a encontrar una invitación a habitarte. A incomodarte. A mirarte con honestidad.
Y a reconstruirte, esta vez, desde adentro.

No me defino con un título. Ni creo ser gurú de nada.
Solo soy otra mujer que se animó a dejar de encajar para empezar a expresarse.
Y si estás leyendo esto, capaz vos también estás en ese punto.

Quiero que recuerdes que ser mujer es seguro.
Que no tenés que competir, ni esconderte, ni disfrazarte de lo que esperan.
Podés ser libre, auténtica y feliz. Y vestirte para tu expansión.

Cómo puedo acompañarte

La imagen no es un disfraz.
Es energía. Es identidad. Es una declaración al universo.
Es la herramienta más poderosa que tenemos para manifestar, crear realidad y habitar la mujer que vinimos a ser.

Por eso, creé recursos gratuitos para que empieces a experimentar esa transformación sin excusas ni barreras.
Materiales simples, directos y diseñados para despertar tu poder interior.

No importa si estás dando tus primeros pasos o si ya sentís el fuego ardiendo dentro: acá tenés un espacio pensado para vos, y lo mejor, podés acceder ahora mismo.

Soy Aye Rosas.

Una mujer en proceso. En expansión. A veces intensa, a veces suave, pero siempre real.

Durante mucho tiempo me vestí para encajar. Para agradar. Para no molestar.
Y durante mucho tiempo, también, callé cosas que ahora se me caen de la boca como mantras: que la imagen no es superficial, que ser mujer es seguro, que competir entre nosotras es una herida, no un destino.

Elegí dejar de disfrazarme. Elegí verme. Elegí acompañar a otras mujeres a hacer lo mismo.

No me considero gurú de nada. Soy bruja sin carnet. Una buscadora. Una mujer que un día se cansó de los discursos bonitos y decidió mirar de frente.

Hoy acompaño a mujeres que están listas para incomodarse, para mirarse con verdad, y para habitar su imagen como una herramienta de manifestación, no de encierro.

No vengo a decirte quién sos.
Vengo a recordarte que ya lo sabés.

Sé parte del aquelarre

Seguime donde la magia sigue fluyendo